martes, 5 de marzo de 2013

Primero comprender,después ser comprendido

ESCUCHAR ANTES DE HABLAR






La escucha es una de las habilidades más importantes para la buena comunicación entre los seres humanos.
"Saber escuchar" no es lo mismo que oír. Es un arte que no lo alcanza cualquiera ni se logra sin esfuerzo.
Saber escuchar es escuchar empapados de silencio y de sosiego interno.
Oír y escuchar son dos actitudes totalmente distintas.
Oír no es prestar atención profunda e internamente a la comunicación, sino simplemente captar una sucesión de sonidos, de meras palabras.
Saber escuchar es estar disponible en el momento de la audición, estar dispuesto a que la persona comunicante se sienta acogida y respetada.
Por consiguiente, el desarrollo de esta habilidad en el preescolar es relevante.
Los cuentos y su contenido de fantasía son las mejores herramientas, pues permiten captar la atención, estimular la curiosidad, realizar  preguntas, crear significados y encontrar respuestas con situaciones ajenas.
Las palabras constituyen  menos del 10% de nuestra comunicación. El resto lo hacen el Lenguaje corporal, y el tono y la afectividad que ponemos en nuestra voz. Aprender a escuchar, no solo con los oídos sino con los ojos y el corazón es la habilidad  comunicativa para desarrollar con los pequeños.
Este proceso se inicia con un taller de sensibilización y expresión titulado “Movimientos del alma” , posteriormente se continua con la historia de los siete hábitos de los niños felices: El conejo Saltarín y la red atrapa mariposas; en la cual se resalta como el conejo Saltarín aprende a escuchar, a través de “Primero comprender, después ser comprendido hasta lograr escuchar antes de hablar y se finaliza con un taller de creación literaria llamado: Historias en el Bosque de los siete Robles.









En esta dinámica realmente se están construyendo procesos de:

1.  Prelectura: etapa que permite generar interés por el texto que se va a leer. Es un momento para revisar  conocimientos previos y la oportunidad para motivar y generar curiosidad.
2.  Lectura: Corresponde al acto de leer propiamente dicho, tanto en los aspectos mecánicos como de comprensión.  El nivel de comprensión que se alcance dependerá en gran medida de la importancia que se dé a las destrezas de esta etapa.
3.  Poslectura: La fase de poslectura se presta para el trabajo en grupo, para que los estudiantes confronten sus propias interpretaciones con las de sus compañeros y construyan el significado de los textos leídos desde múltiples perspectivas. Las propuestas para esta etapa son variadas y creativas para favorecer la disposición de los niños a la creatividad.